Conoce el termómetro de las emociones y aplícalo en tu vida

by | May 23, 2022 | Desarrollo Humano

Entender las emociones desde bien pequeños resulta imprescindible para entender cómo somos, qué estamos sintiendo y cómo nos podemos autorregular. Una herramienta para trabajar estos aspectos emocionales es el termómetro de las emociones.

En este artículo te contamos en qué consiste, cómo utilizarlo y por qué puede beneficiar a los más pequeños. Como veremos, se trata de una herramienta que podemos personalizar con ellos y que nos permitirá trabajar aspectos como la identificación de emociones y la regulación emocional.

¿Qué es el termómetro de las emociones?

Termómetro de las emociones

El termómetro de las emociones es una actividad muy útil para trabajar las emociones. No obstante, se utiliza sobre todo con niños y con personas con discapacidad intelectual.

Se trata de una escala visual que gradúa la intensidad de nuestras emociones y que se apoya en imágenes, dibujos, fotografías o emoticonos. Podemos personalizarlo a nuestro gusto y adaptarlo a la edad o al colectivo con el que queramos trabajar.

¿Para qué sirve?

Se trata de una herramienta muy útil en terapia infantil o en educación infantil. Puede resultar muy útil para aquellos niños a los que les cuesta definir cómo se sienten y cuantificar la intensidad de sus emociones.

Así, permite identificar, etiquetar y expresar emociones, por un lado. Por el otro, nos ayuda a graduar la intensidad de las emociones que siente el niño, hasta llegar al punto de “no retorno” (enfado), en una escala de 1 a 5, normalmente. Cada número es una emoción.

Escala de emociones

La escala incluye, normalmente, cinco emociones. La primera es una cara feliz y la última una cara enfadada. Entre medio, emociones intermedias o más “neutras” o leves, que van de un estado emocional (alegría) a otro (enfado).

La idea es identificar en qué punto se encuentra la persona y enseñarle estrategias para gestionar la ira. Para tener una idea, podemos incluir las siguientes emociones, en una escala de menos a más intensidad:

  • Felicidad / alegría.
  • Aburrimiento / duda / ligera inquietud.
  • Molestia (inicio del enfado).
  • Rabia
  • Ira, enfado (mayor intensidad) (el “punto de no retorno”).

¿Cómo utilizar el termómetro de las emociones?

Persona enojada y con ira

Una vez tengas diseñado tu termómetro de las emociones, pregúntale al paciente qué ve en cada imagen que hayas seleccionado. El objetivo es que describa, con sus propias palabras, cada emoción o estado.

La última emoción del termómetro de emociones, es la ira, la rabia o el enfado. Otro paso importante a la hora de utilizar esta herramienta es decidir qué estrategias podrá utilizar en caso de llegar a ese estado de enfado.

Las estrategias a utilizar son múltiples. Algunas ideas son:

  • Respirar de forma profunda.
  • Contar hasta 10.
  • Cambiar de lugar.
  • Escribir lo que le ocurre.

El termómetro de las emociones puede convertirse en una herramienta divertida para los niños. Puedes probar a que sean ellos mismos quienes la diseñen, ya que así se sentirán parte del proceso.

Por ejemplo, la pueden decorar a su manera o utilizar fotografías de su propia cara expresando diferentes emociones. Así, durante la creación de la misma podemos aprovechar también para trabajar otros aspectos emocionales y otras habilidades.

¿Crees que el termómetro de las emociones puede resultar útil? ¿Cómo lo trabajarías tú? Las ideas propuestas son orientativas, aunque cada uno deberá adaptar la técnica a sus niños y a sus necesidades.